El llaüt Cristina vuelve a la vida

Lost and Found

Formentera, 11 Septiembre 2024

La mañana del pasado martes, cuando me dirigía a Es Ram minutos antes de la salida del sol, con la simple intención de grabar un video, jamás imaginé lo que estaba por vivir. Al llegar a la zona donde se encuentran amarrados los llaüts, mi corazón se detuvo en seco.

Allí, ante mí, se encontraba el Cristina, el llaüt de Xicu Moliner que se hundió el pasado 14 de agosto. Estaba descansando sobre las guías de madera de su varadero. Increíble, casi imposible. Aún no puedo describir la mezcla de alegría, asombro, emoción y gratitud que me dejó sin habla en ese preciso instante.

Me quedé paralizado, incapaz de continuar hablando, las palabras atrapadas en mi garganta, ahogadas por las lágrimas.
Ese barco, que creíamos perdido en las profundidades del mar desde aquel fatídico 14 de agosto, ahora reposaba tranquilo frente a mí, impecable, como si el naufragio nunca hubiese sucedido.

La emoción fue tan grande que detuve la grabación porque solo lloraba, como un niño, sin ser capaz de articular palabra. Este no era un simple hallazgo fruto de la casualidad; era algo que iba mucho más allá de la lógica.

La llamada que desató la alegría

Aún en shock, saqué mi móvil y llamé a Xicu Moliner. Sabía que él, como casi todos nosotros, daba por extremadamente difícil recuperar su barco por las dificultades que entrañaba encontrarlo en un área tan amplia de mar.
A las 7:36 de la mañana su voz al otro lado del teléfono era de incredulidad, de un hombre que no podía entender cómo su amada Cristina había regresado.

¿Estás seguro? Me preguntaba antes de ver las fotos.

Cuando a los pocos minutos llegó a Es Ram, el brillo y la emoción en sus ojos lo decía todo y nos fundimos los dos en un abrazo entre lágrimas y risas.
Inmediatamente compartí las fotos del barco en el grupo de WhatsApp «Recerca Cristina», un grupo que se había creado para ayudar a Xicu después de su naufragio, formado por más de 200 personas.
El grupo estalló en mensajes de alegría y asombro por ver a Xicu, sonriendo junto a su querido llaüt Cristina.

Nadie sabe nada

Lo que más desconcierta de esta vuelta a la vida del llaüt Cristina es la forma en que ocurrió. No había señales de quién o cómo lo hicieron, ni noticias previas que nos pusiesen sobre aviso.
El barco apareció en perfecto estado, sin rastro aparente de los días que pasó en el fondo del mar.

Los medios de comunicación de la isla querían respuestas a muchas preguntas
¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo?

Pero lo cierto es que yo no conozco, ni conozco a nadie que conozca, el quién, el cómo y el cuándo de esta aparición del llaüt Cristina en Es Ram el día 10 de septiembre de 2024

Solo sé que Formentera, esa isla donde cuando alguien que la necesita y la merece, pide ayuda, la respuesta es siempre la misma.
Xicu Moliner es una persona que durante su vida se ha ganado la estima y la simpatía de todo aquel que le conoce.

En este caso, sin duda, sus amigos se unieron como lo hicieron el día de su naufragio, pero esta vez envueltos en un aura aun mayor de misterio.
Si, quien haya sido, ha elegido hacerlo de este modo, quien somos el resto para no respetar esa decisión.
A mi, personalmente, me vale de este modo, sin conocer sus nombres. De este modo poder dar las gracias a todos los que han formado parte de las tareas de busqueda desde el minuto uno, sea cual sea, la repercusión final de dicho esfuerzo.

Estoy seguro que sin un trabajo en equipo, Cristina seguiría hoy en el fondo del mar, soñando con el reencuentro.

Lost and Found

Previo a todo lo relatado hasta ahora, el pasado jueves 5 de septiembre, visité a Xicu Moliner en su casa de La Mola junto a mi buen amigo Pepe den Jai.
Sentados en el porche de su casa, Xicu nos contó con detalle el terrible momento del naufragio: cómo el viento huracanado apareció en cuestión de segundos y el Cristina volcó y se hundió en cuestión de minutos.

Nos mostró con emoción la única pieza del llaut que logró salvar, un fragmento de madera llamado curter, y que se convirtió en su tabla de salvación mientras decía una frase que me quedó grabada: «Ay, Cristina…. me abandonaste» creo que no fui el único al que se le escapó una lágrima al escuchar esa frase.

Aquel jueves al mediodía, Xicu llevaba puesta una camiseta que, en un principio, parecía no tener mayor relevancia. Pero al leer con detenimiento, Pepe no pudo evitar señalar lo extraño del mensaje:

“LOST AND FOUND: It all comes in waves. We gotta learn to ride them.”

(Perdido y Encontrado: Todo viene en olas. Debemos aprender a cabalgarlas)

Intrigado, Pepe le preguntó a Xicu si le habían regalado la camiseta después del accidente.
La respuesta fue desconcertante: “No, la tengo desde hacía meses, pero no la había usado hasta hoy”.

Xicu no habla inglés, y al traducirle el mensaje, el aire en la habitación se cargó de un extraño simbolismo. Era como si la camiseta misma nos hubiera hablado: él había cabalgado las olas de su destino el 14 de agosto, cuando el temporal lo lanzó al mar, pero finalmente fue encontrado gracias a su esfuerzo agarrado durante 7 horas a un pedazo de madera en medio del mar y a la perseverancia y decisión de sus amigos.

Lo que ninguno de nosotros tres podía imaginar ese día es que, igual que Xicu fue rescatado del mar por sus vecinos de Formentera, su amada Cristina correría la misma suerte.
Y que aun perdida en el fondo mar, también sería encontrada, resurgiendo de las profundidades como un mensaje de esperanza, orgullo y unión dentro de la comunidad de Formentera.

Una alegría en mayúsculas envuelta en el misterio y anonimato de los que llevaron a cabo el segundo milagro en menos de un mes acontecido en las aguas de Formentera.