Formentera, 6 de Septiembre 2025
La tarde del pasado jueves se confirmó la presencia de dos ejemplares de Dragón Azul (Glaucus atlanticus) en la playa de Migjorn, en Formentera. El hallazgo lo realizó una mujer que estaba disfrutando del baño y tras capturarlos lo comunicó al centro de buceo Formentera Divers que a su vez dieron el aviso al coordinador del Servicio de Socorrismo de la isla, Marco Lage quien hizo pública la noticia.
El dragón azul, de apenas unos centímetros de longitud, llama la atención por su aspecto llamativo y su intenso colorido. Aunque su picadura resulta dolorosa, los especialistas señalan que no supone un riesgo grave para la mayoría de bañistas.
La aparición de esta especie en las aguas de Formentera se enmarca dentro de un fenómeno más amplio relacionado con el calentamiento del Mediterráneo. Al tratarse de un molusco habitual en océanos cálidos, su llegada a estas costas se interpreta por biólogos como una consecuencia directa del aumento de la temperatura marina.
A pesar de la alarma que pueda generar, los expertos insisten en que el dragón azul no representa una amenaza de gran magnitud. Su presencia recuerda la importancia de la educación ambiental y de la colaboración ciudadana en la conservación del entorno marino.
Un depredador fascinante
El Glaucus atlanticus es un nudibranquio marino que, lejos de ser peligroso en exceso, cumple un papel relevante en el ecosistema. Este molusco se alimenta de medusas y, en ocasiones, de carabelas portuguesas, acumulando en sus extremidades las células urticantes de sus presas. Gracias a este mecanismo, es capaz de defenderse y, al mismo tiempo, mantener bajo control a organismos temidos por los bañistas.
Los biólogos aclaran que, en el Mediterráneo, su potencial urticante se reduce frente al de sus hábitats originales ya que las presas de las que se nutre el Dragón Azul en el Mediterráneo, no tienen la potencia urticante de sus presas en otros mares. Es por ello que los ejemplares de Dragón Azul que se puedan avistar en las playas de Formentera no son más peligrosos de lo que pueda ser una medusa común.
Qué hacer en caso de picadura
Las recomendaciones para actuar tras un contacto con el dragón azul son similares a las que se ofrecen ante una picadura de medusa. Se aconseja lavar la zona afectada únicamente con agua salada, evitar el uso de agua dulce, alcohol o vinagre, y aplicar un paño frío sobre la piel, nunca hielo directo.
Si los síntomas se intensifican, lo recomendable es acudir a un centro médico o avisar a los servicios de socorrismo. En la mayoría de los casos, el episodio queda en una molestia pasajera sin mayores complicaciones.
Visitante inesperado en Formentera
El primer registro documentado del dragón azul en el Mediterráneo occidental data de 1705 en Ibiza, pero tras ese avistamiento, no se había vuelto a tener constancia de su presencia en la región hasta hace bien poco.
La nueva aparición de este animal marino en nuestras costas evidencia cómo los cambios en el clima favorecen la llegada de especies poco habituales al Mediterráneo. Los especialistas subrayan que este fenómeno debe observarse con atención, pero sin caer en alarmismos.
El dragón azul no impide seguir disfrutando del mar en Formentera, aunque sí invita a los bañistas a hacerlo con mayor precaución ya que al ser mucho más pequeños, son más difíciles de ver que una medusa. La recomendación ante un avistamiento es clara: no tocarlo y avisar al teléfono de emergencias 112
Soy Ramón Tur, quien está detrás de todo lo que se escribe y fotografía en esta web sobre Formentera.
Descubrí la isla en 1972 cuando mis padres, a bordo de la mítica Joven Dolores, me llevaron por primera vez a pasar unos días de vacaciones desde Ibiza y aquello fue un amor a primera vista que, con el paso del tiempo, se ha reforzado hasta convertir Formentera en mi lugar de residencia desde hace ya muchos años.
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